Somos referentes en el desarrollo de la cara y los huesos maxilares, seguidos y valorados por la comunidad de expertos internacionales en el mundo de la ortopedia dentofacial.
abrirá la boca y, con el paso del tiempo, su cara se alargará y se estrechará progresivamente, alejándose cada vez más de su diseño genético que hasta entonces era perfecto. Por eso, tendremos muy en cuenta las amígdalas, vegetaciones, alergias, catarros...etc.
estará más cómodo con la boca abierta y el desarrollo facial se alterará de manera similar al de los malos respiradores. Tanto las caries, como las interferencias debidas a unos dientes mal ajustados estimulan una postura mandibular de boca abierta, que el niño adopta como defensa ante la desagradable o dolorosa sensación que se produce cada vez que aprieta sus dientes.
El alargamiento de la cara, debido a una postura mantenida de boca abierta, agrava el pronóstico de otras desviaciones del desarrollo de la mandíbula inferior, que puede quedarse corta, o excesivamente grande, o desviarse hacia un lado. Lo que, en lenguaje odontológico se llama “Clase II esquelética”, “Clase III esquelética” y “Mordida cruzada unilateral”.
En todos estos casos es necesario aplicar un tratamiento lo más precozmente posible, ya que todos estos problemas tienden a empeorar y, cuanto más se demore el tratamiento, más difícil se hará su recuperación.
El tratamiento preventivo de ortodoncia, siempre simple, corto y eficaz, se hace a partir de los 4 años de edad y está principalmente encaminado a diagnosticar y suprimir las alteraciones funcionales de la masticación, que puedan desviar el desarrollo de la cara del niño de su diseño genético.
Desde muy temprano se pueden solucionar problemas funcionales de la boca del niño. Recomendamos que la primera revisión al odontopediatra sea a partir de los 3 años, y a partir de ahí, una vez al año. Será este quien avise a los padres si es necesaria una visita al ortodoncista.
Lo ideal para diagnosticar problemas en la boca del niño es sobre los 4 años.
De esta forma, los niños que necesiten una ortodoncia iniciarán una primera fase de tratamiento entre los 4 y 12 años de edad. Más tarde se planificará una segunda fase cuando nazcan todos los dientes definitivos, donde se dará una terminación definitiva a la boca.
Existen muchos tipos de desarmonías faciales que se aprecian ya en un niño de 4 años. Nosotros creemos que son principalmente tres tipos de alteraciones las que necesitan tratamiento temprano:
Existen diferentes tipos de aparatos ortopédicos dependiendo del problema esqueletal que presente el niño, pueden ser fijos o removibles. Los aparatos removibles se utilizan generalmente muchas horas al día, y es recomendable la colaboración del niño para el éxito del tratamiento. Sólo se retiran durante la alimentación y la limpieza.
La mordida cruzada lateral sucede cuando la mandíbula se desvía hacia un lado, suele ser a causa de un asentamiento diferente de los dientes en un lado respecto al otro lado.
Representa una asimetría morfológica de la oclusión de los dientes y conlleva una asimetría funcional. La masticación se hace con más facilidad por el lado cruzado. Este lado se mastica más y se desarrolla mejor, tanto en la musculatura como el esqueleto facial. Mientras tanto, el lado contrario se atrofia, debido a la escasa función masticatoria.
El tratamiento de la mordida cruzada lateral es ideal comenzar a partir de los 3-4 años para evitar una asimetría no sólo dentaria, sino también en el desarrollo esquelético de la cara y del cráneo.
La mordida cruzada anterior se refiere a la posición adelantada de los incisivos inferiores en relación a los superiores.
En niños pequeños el problema comienza siendo dental y fácil de tratar. Sin embargo, con el paso del tiempo, en algunos casos puede complicarse y puede llegar a ser grave teniendo que combinar ortodoncia y cirugía ortognática.
Los pacientes más fáciles son los que cierran bien los labios y los más difíciles, con tratamientos más largos, son los respiradores bucales con mandíbula grande. Algunos de estos casos necesitan empastar todas sus caries o deben ser operadores de amígdalas y vegetaciones, antes del primer tratamiento de ortodoncia. El objetivo es conseguir el cierre labial y la respiración nasal, para mejorar el pronóstico desde el principio.
Muchos de los problemas que presenta un niño a temprana edad se pueden solucionar sin “aparatos” haciendo un buen diagnóstico inicial. Pero si es necesario, se pueden utilizar aparatos desde los 4 años de edad.